"El hombre puede cambiar de todo: de cara, de casa, de familia, de novia, de religión, de Dios. Pero hay una cosa que no puede cambiar... no puede cambiar su pasión"


3 de diciembre de 2009

Recuerdos de Leipzig


Estaba muy nervioso... demasiado... casi al borde de la locura... porque las cosas pintaban difíciles... el hambre y el jogo bonito estaban sucumbiendo ante la rigidez táctica de México...mi corazón no podía más, porque el sueño del que tanto les hablé podía caer por un barranco en cualquier momento... yo gritaba y gritaba... pero el miedo a perder era grande.. el fracaso me comía la cabeza..casi ni podia hablar... otra vez a nosotros?, pensaba. Por qué siempre con los que sentimos el fútbol desde lo más profundo?... pero no... esta vez la historia fue distinta... porque la pelota flotó por el aire y fue capturada por el pecho de un iluminado, que le cambió la vida a miles de personas... de argentinos más precisamente. Porque realmente fue así... Maxi Rodriguez fue el encargado de que todo lo hermoso que me está pasando se traduzca en hechos concretos.... no me voy a olvidar nunca esa secuencia de segundos post gol... todos en un abrazo gigante, llorando y agradeciendo a mas no poder... todos desaforados esparcidos por el suelo de la tribuna - sí, literalmente por el piso- Lo confieso... lloré... y a mucha honra... porque todos saben lo que significa esto para mi, y se estaba diluyendo... pero fue uno de mis llantos más emotivos y más sinceros quizás, porque en esa pelota me jugaba mucho más que un simple resultado...estaba en disputa aquel viejo anhelo... el de siempre... ese que comenzó en 1990, se acuerdan? ese que cuando iba a la Plaza Devoto con mi abuelo, lo concretaba... porque yo era Goycochea y él me pateaba despacito para que ataje el penal... el mismo que en la casa de Nacho hacíamos realidad, jugando un mundial ficticio en el que siempre ganábamos nosotros... y éramos felices...porque nunca dejé de sentir el futbol así... como ahora, con locura... despositándole gran parte de mi vida... y el gol de Maxi me cambió... sí, en serio... eso de que un partido no te cambia la vida es mentira... se los aseguro... porque yo soy más feliz desde el sábado... y todos los que me rodeaban tb... como el señor que se sienta al lado nuestro, que no paraba de llorar con su hija... o el grupo de amigos de más adelante, que llevan su bandera a todos lados... y que una vez finalizada la epopeya se abrazaban eternamente... porque teníamos miedo, lo repito... se nos venía todo abajo, y era una frustración enorme... tanto esperar y tanto luchar para nada.. y el señor que sabiamente nos habló con Holanda tenía razón: este es el viaje de nuestras vidas... y nosotros queremos dejar justamente la vida para que no termine... o para que termine de la mejor manera... la que queremos todos... la que ustedes desde allá también desean. Porque lo dije... esto es de todos... de todos aquellos que les pasa algo parecido a mi.... un día apareció Maxi, perdón.. San Maxi... y nos regaló un pedacito más de este enorme sueño... para seguir creyendo, y disfrutando... Él no lo sabe, pero su zurdazo repercutió en cada una de nuestras vidas... con tan sólo pasar por el stand de Quilmes después del partido uno se daba cuenta de eso... todos en ronda, cantando, la gente que compró en la reventa diciendo que eran los mejores 400 euros invertidos de toda su vida... y todos agitando las banderas... y los bombos, y el himno de la Copa... el interminable... esa canción que la gente cantó por más de 40 minutos de reloj... Sí... de no creer... el VAMOS VAMOS ARGENTINA VAMOS A GANAR, YO TE SIGO A TODAS PARTES A DONDE VAS, CADA VEZ TE QUIERO MÁS... y que acá te llega al alma... Todos los tranvías repletos de argentinos, gritando, sacando fotos... la pacífica Leipzig estaba inundada de celeste y blanco... y de sonrisas, de pasión... algo imborrable, que ni toda la plata del mundo puede comprar... se los aseguro... fue posible, Maxi lo hizo... y los soñadores agradecidos eternamente...
La previa del choque con México fue mas light que de costumbre... porque estábamos tan nerviosos y excitados... que decidimos distendernos para que pase rápido... no queríamos pensar mucho en lo que venía... porque nos mataba la ansiedad... caímos con el tiempo justo... una cervecita en el Bar Quilmes... y directo para el estadio... uno de los mas raros que he visto... metido en un pozo... con cabeceras chicas y laterales grandes... y lleno de mexicanos... llenísimo... otra vez recontra visitantes, y encima con esos muchachos que te aturden... obviamente salió el clásico "ay ay ay i, hoy no te salva ni el Chapulín" jajaja... Buenísima... Cómo gritan los mexicanos!! Y después del gol de Márquez ni les cuento!!! estaban en su salsa, pero Hernán (Crespo) los silenció... si Crespito no mojaba rápido, se armaba en la tribuna. De hecho hubo un inconveniente pero no pasó a mayores... todo se mantuvo casi intacto hasta el momento crucial... en el suplementario... con el gol de SAN MAXI... El resto de la historia ya la conocen... Bueno, al menos la que vieron mis ojos... o la que vivió mi corazón...

Ahora se viene Alemania, los locales... Más difícil no podía ser: Jugamos contra los alemanes, contra el público, Becckenbauer, la FIFA, los árbitros, contra todos. El estadio va a explotar, según nos dijeron vamos a estar en un codito... y el resto todo de ellos... va a ser un hervidero, pero quién les dice!!?? Futbolísticamente no son mejores y los partidos hay que jugarlos... Si nuestros pibes lo hacen con el corazón, podemos llegar a tener un piecito en semifinales. Nosotros desde acá estamos locos, con el aguante de siempre, arengándonos unos a otros... Porque lo necesitamos... y los jugadores también... ellos también son en algún punto soñadores... Allá deben estar todos enloquecidos... y me parece bárbaro. Porque esto no se da todos los días y hay que aprovecharlo... Mi mochila sigue intacta, llena de ilusion... Yo más apasionado que nunca... con el corazón en la mano... y lo más importante... ilusionado.... porque estoy aferrado a este sueño... ese que de a poquito se va haciendo realidad... Soñemos todos.... yo lo vengo haciendo desde hace 16 años... y estoy cada vez más cerca...

Por la hazaña de Berlín... Los quiere y los extraña,

Desde Leipzig,

Damián - el que cada vez se siente más campeon mundial-

26 - 06- 06